LENTAMENTE, a ritmo de tortuga, pero aparentemente seguro, se está procediendo a entoldar el centro comercial de la ciudad. Tetuán, O'Donnell, Sierpes, Campana... están siendo protegidas del astro rey, de ese sol que ya antier lunes andaba con las uñas afiladas. Y con el techo coyuntural de las lonas, no sólo cambia la temperatura sino que varía ostensiblemente la luz. Matizada, la luz de mediodía llega mansa y hermosa, que hay que ver cómo es la luz de Sevilla desde el cristal ahumado de las lonas. Lo de la temperatura es otra cosa, pues si se hace muy agradable en las horas de sol alto, en la atardecida se produce un efecto invernadero que hace bajar muchos enteros su confort. Como cada verano llega la instalación de los toldos, pero parece que este año se está produciendo a un ritmo menor, como si no hubiera prisa alguna por matizar la rutilante luz del verano en el corazón de la ciudad.