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La ciudad y los días

carlos / colón

Trágicos errores

COINCIDEN en estos días la tragedia de Gaza, otra vez reanudada tras romper Hamas la breve tregua, la intervención de Estados Unidos para frenar el avance yihadista en Iraq, en el marco de las guerras civiles que azotan este país y Siria, y el centenario del inicio de la I Guerra Mundial. Una ocasión oportuna para recordar unos hechos cuyas consecuencias, desequilibrando todo Oriente Próximo, siguen matando cien años después.

Me refiero al Acuerdo Sykes-Picot suscrito en secreto el 19 de mayo 1916, en virtud del cual Inglaterra y Francia se repartían los territorios de Oriente Próximo, traicionando las promesas hechas al jerife de la Meca Husein y a su hijo Feisal de crear un Estado Árabe -que abarcaría las actuales Siria, Líbano, Jordania y Palestina- a cambio de su ayuda en la lucha contra los turcos que dominaban la zona desde el siglo XVI. Lawrence de Arabia dramatizó perfectamente esta traición y el propio Lawrence la narró en su obra maestra Los siete pilares de la sabiduría.

Lawrence luchó cuanto pudo para que se respetara lo prometido y se creara un gran Estado Árabe organizado en tres reinos gobernados por los tres hijos de Husein, con Feisal presidiéndolos desde Damasco. Incluso intentó, sin éxito, que Feisal asistiera a la conferencia de paz de París en 1919. Logró que Clemenceau recibiera a Feisal, pero sin lograr nada. Amargado por haber sido agente involuntario de la traición, se auto inmoló enrolándose como soldado raso bajo nombre supuesto.

Para agravar las cosas en 1917, un año después del Acuerdo Sykes-Picot, se produjo la Declaración Balfour sobre la creación de un Hogar Nacional Judío en Palestina. Y cuatro años más tarde, en 1920, la Conferencia de San Remo reconocía el repartimiento de Oriente Próximo entre Francia e Inglaterra. Ya en los años 20 el Gran Mufti de Jerusalén llamaba al exterminio de las colonias judías. En este marco conflictivo surgió la necesidad de la creación del Estado de Israel tras las vergüenzas de la Conferencia de Evian en 1938 (de los 32 países reunidos para ofrecer asilo a los judíos perseguidos en Alemania sólo la República Dominicana aceptó recibirlos) y del posterior Holocausto.

Éstas son las madres de los problemas que atormentan Oriente Próximo hoy, desde las guerras del Líbano, Iraq y Siria, hasta el conflicto palestino-israelí. Un siglo después lo que se inició el verano de 1914 sigue matando.

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