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El Trivial de la Feria

Hace ya años, desde antes de la pandemia, la Feria se nos ha ido haciendo fatigosa y un punto extranjera

Estas líneas se escriben a la vera del Mediterráneo, la gran charca salobre que según Serrat va de Algeciras a Estambul. Hoy, miércoles de Feria, es día festivo en la ciudad. Coincide la fiesta local con otras fiestas de lo más chiripitifláuticas, pues hoy también se celebra el Día Internacional del Bombero y el Día de Star Wars para gozo de los fans de la saga de George Lucas.

En la distancia la Feria de Abril nos parece un extraño contubernio. Por eso, desde el país de la lejanía, el día de fiesta en Sevilla nos pilla a pie cambiado. No tenemos la mente en plan festivo, aunque nos seduzca celebrar de algún modo el día de los bomberos o el día de la guerra de las galaxias, ya sea apagando algún que otro molesto incendio personal o pidiendo que la fuerza nos acompañe mientras corremos tres cuartos de hora por el paseo marítimo que ahora tenemos a mano.

Decidimos huir este año a otro lugar porque nos tomamos muy a pecho el reclamo publicitario de Tío Pepe. Lo leímos días antes de la gran fritanga del pescaíto: "La Feria es un estado de ánimo. Vívela con Tío Pepe". Por eso mismo, porque la Feria es un estado de ánimo, optamos por desvivirla este año por una serie de aguaceros que no vienen al caso. Hace ya años, desde antes de la pandemia, la Feria se nos ha ido haciendo fatigosa y un punto extranjera. Nada nuevo que no obedezca al mismo asunto de siempre: el paso del tiempo. En la recámara, claro está, queda la pinturería de las estampas de la Feria vivida (y padecida) y quedan los días en que nos la bebimos (mucho) y comimos (poco) y bailamos con la gracia inarticulada de un click de Famobil.

La inquietante cuenta atrás para la Feria nos hizo pensar que tal vez sería bueno poner pies en polvorosa, sobre todo cuando supimos del nuevo disco de María del Monte (su nombre, por cierto, salió a relucir con donaire y tronío con ocasión del reciente Día Mundial de la Visibilidad Lésbica). Corrió por redes sociales una pintada callejera que ha hecho fama: "Me debes las sevillanas de las dos últimas ferias". Las botellas de manzanilla Delgado Zuleta llevan dicha frase en sus etiquetas, para que olvidemos los dos años estériles en los que no hubo baile por causa de la pandemia.

Los primeros días de Feria han debido ser los del desquite por tanta espera (ahora toca aguantar la capa freática de la resaca). María del Monte aparte, decidimos huir también cuando supimos de la existencia del llamado Trivial de la Feria, una nueva versión para campeones en sevillanía. Sabiéndonos perdedores, pues aquí estamos, abrevando la mirada frente al Mediterráneo.

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