Hay algo hondamente lúcido en la poesía de Joan Margarit y gracias a los buenos oficios de nuestras instituciones literarias, como la Casa de los Poetas o el Centro Andaluz de las Letras, no ha sido rara su presencia en esta ciudad, con lo que hemos podido conocerle y conversar sobre libros y arquitectura, las dos pasiones que articulan su vida pública. Casa de misericordia sigue siendo un libro lacerantemente hermoso y el sello Visor acaba de editar una esclarecedora antología personal, Sin el dolor no habríamos amado, que se quedó en la redacción cuando empezamos el confinamiento y que ahora echo de menos, como añoran su biblioteca, inaccesible pero a escasos metros de distancia, los personajes de Casa tomada de Cortázar.

Mañana no podremos ver a Margarit recoger en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares su Premio Cervantes, acto aplazado sine die, y sólo espero que, de todas esas iniciativas virtuales y audiovisuales que ha avanzado el Ministerio de Cultura y Deporte para compensar al galardonado, al menos una de ellas sirva para que alguien se atreva a confrontarse con sus versos.

Es agotadora ya la proliferación de vídeos domésticos en los que tantos escritores nos animan a la lectura y sería loable que las entidades que sustentan esas prácticas acometieran tareas más urgentes como lo es dotar de contenidos a las bibliotecas públicas mediante la compra de títulos a unas editoriales que, junto con las librerías, son las que más sufren los efectos de esta crisis.

Entre las escasas buenas noticias de este anómalo 23 de abril en el que no podemos regalarnos los ejemplares deseados ni se celebra Sant Jordi, que siempre aporta el colorido de sus flores y el pálpito de esa Barcelona que fue capital literaria del orbe hispano, está la reivindicación de Emilio Lledó que hace el Centro Andaluz de las Letras. Desde su web, la institución que dirige Eva Díaz Pérez facilita el acceso a En torno al bienser, una antología de textos del filósofo sevillano al que designó autor andaluz de 2020. El Manifiesto del Día del Libro que firma la filóloga y catedrática de la Universidad de Sevilla Lola Pons Rodríguez es también una delicia. Son pequeñas pero valiosas migas de pan en ese camino a la libertad que ofrece la lectura. Como lo es la campaña Hazte socio, hazte socia que ha lanzado Caótica para que, partir de 20 euros al mes, se pueda apoyar la actividad de una de las pocas librerías que resisten en pleno casco histórico de Sevilla. A la espera de medidas más contundentes en defensa del libro por parte de un ministro de Cultura que hasta ahora se mostró más interesado en azorar al sector que en apoyarlo, celebren a Cervantes como se merece, leyéndolo, en esta ciudad que le trató tan mal y a la que él, como castigo, le dedicó algunas de sus más bellas e inspiradas páginas.