ESTE fin de semana se clausuró una exposición que a los que somos aficionados a los toros nos encandiló. Nos enganchó como aficionados y, por supuesto, también por lo que nos gusta recordar el tiempo más cercanamente lejano. Tiempo de fotos en blanco y negro que en esa muestra que ha escenificado el antiguo patio de la Audiencia tanto nos estimulaba la nostalgia. Esa foto de Pepín Martín Vázquez toreando de paisano y con una naturalidad que era la mejor seña de identidad del inigualable Currito de la Cruz, o esas fotos de visitantes ilustres, desde Hemingway a Orson Welles pasando por Domingo Ortega y el doctor Jiménez Díaz, invitados por un joven Curro Romero a la Feria del 61. Ha sido un mes preñado de visitas y de expectación que el domingo cerraba sus puertas para iniciar un periplo itinerante por todo el mundo taurino; mundo aún pujante... a pesar de todo.
Comentar
0 Comentarios
Más comentarios