QUÉ será, será... Whatever Will Be, Will Be". Ni Doris Day podría decirlo. El domingo la encuesta de Metroscopia (El País) daba la victoria al PP (23,5%) y situaba a Ciudadanos (22,5%) por encima del PSOE (21%), marcando una ligera recuperación de Podemos (17%). Ayer lunes la de Gad3 (Abc) situaba al PP en un aún más avanzado primer lugar (27,8%), al PSOE en el segundo (22,1%), a Ciudadanos en el tercero reduciendo sus expectativas (17,5%) y a un decaído Podemos en cuarto (13,9%). En ambas se colapsa la IU de Garzón el Desdeñado.

El cantado fin del bipartidismo no parece tan próximo. Si acaso, y por ahora, el de las mayorías absolutas. El horizonte tripartidista se va afirmando. Por eso Pablo Iglesias llama "el búnker" a los tres partidos. Si recuerdan que el búnker era el ala más inmovilista del franquismo, ¿no parece un poco exagerado lo de meter ahí al PP, al PSOE y a Ciudadanos? Pero en Podemos aquello de que las campañas no están diseñadas para decir verdades es programático y constante, una seña de identidad. Pedro Sánchez, más moderado, no utiliza la palabra búnker para desacreditar al PP y al partido de Rivera, limitándose a decir que Ciudadanos es "una nueva derecha igual a la vieja". Debería ser más prudente por si al final tiene que pactar con ellos. Pero tampoco importa mucho. Al fichar a Irene Lozano ha inaugurado la política de pelillos a la mar.

Las próximas elecciones pueden ser las de mayor movilidad del voto en nuestra historia democrática, pero no parece que las del vuelco. Somos bipartidistas desde 1977 (UCD 34,44% y PSOE 29,32% frente al 9,33% del PC y el 8,21% de AP); lo seguimos siendo después que AP se convirtiera en el PP y el PC en IU: en las elecciones de 1989 el PSOE obtuvo el 39,60%, el PP el 25,79% e IU sólo un 9,07. IU, supuesta tercera fuerza, nunca se ha movido de entre el 3,07% y el 10,54% en sus peores (Llamazares, 2008) y mejores (Anguita, 1996) resultados. Nos ha ido bien con la España bipartidista y creo que nos iría bien con una tripartidista. Siempre que la tercera pata fuera Ciudadanos -ya sea apoyando al PP o al PSOE- y no Podemos, que ha respondido a la ofensiva laicista de Sánchez proponiendo la supresión de la casilla de la Iglesia de la renta, despenalizar las ofensas a la religión y retirar a los capellanes de hospitales y cárceles. ¿Tantos votos creen Sánchez e Iglesias que dan acosar a la Iglesia?