El Poliedro
Tacho Rufino
¡No hija, no!
Ha querido el destino que en el primer aniversario del 23J quedara patente cuán inviable es esta XV Legislatura y exigua es la capacidad para legislar y gobernar que tiene el Ejecutivo de Pedro Sánchez: no cuenta con una mayoría parlamentaria suficiente y si la obtuvo en noviembre para ser investido fue, exclusivamente, porque cedió de manera infame una amnistía redactada por los amnistiados. Y esta ley no se puede contabilizar como impulso legislativo del Gobierno, pues se usó el subterfugio de la proposición de ley para eludir los controles de los órganos consultivos ante la certeza de que dirían lo mismo que decía Sánchez y todo el PSOE hasta el resultado electoral de hace un año: no cabe en la Constitución y rompe la igualdad de todos los españoles. Por si alguna duda quedase, acaba de ratificarlo el Tribunal Supremo al argumentar la cuestión de inconstitucionalidad que ha presentado al tener que aplicarla.
El acto corrupto de comprar siete votos a cambio de impunidad no es suficiente para que Sánchez gobierne hasta 2027. El mensaje que lanzó Junts el martes va mucho más allá de frenar la tramitación de un proyecto de Presupuestos Generales del Estado. Carles Puigdemont le demostró al PSOE que no podrá gobernar si no cede constantemente a su chantaje. El próximo pago es investirle a él como presidente de la Generalitat.
Sánchez, de momento, se evade. Y sigue intentando que Puigdemont ceda cuando esté investido Salvador Illa. Corteja a ERC, pero los secesionistas republicanos aún no saben que es peor para ellos, si repetir unas elecciones que les debiliten aún más o comprobar qué consecuencias tiene soportar al PSC en el Govern. Los socialistas aún creen que Puigdemont se resignará y Junts no retirará su apoyo al Gobierno. El mayor embuste de este Gabinete de las mentiras es que se autoengaña: Junts sólo prestará sus siete votos cuando le den exactamente lo que exija, como con la amnistía (contra la que votó en contra y aún así no ha sido efectiva para los principales líderes de la sedición). Con cada votación habrá una extorsión.
Pronto sabremos si Cataluña tiene un nuevo Govern del PSC o se repiten elecciones. La primera posibilidad haría descarrilar al Gobierno. Y existen varías vías para ello. La segunda acrecentará la tentación de una convocatoria conjunta de elecciones a Cortes Generales, que en el fondo un Sánchez señalado por la corrupción quiere evitar.
Aunque parezca acorralado, un escapista de la realidad como él, que huye de la verdad y es capaz de vender España por siete votos para seguir en La Moncloa, no aceptará fácilmente su derrota.
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