LA gestión más difícil de los sufridos munícipes del gobierno estos días ha sido la de capear los numerosos compromisos personales que ha tenido cada uno en la gestión de las entradas de la final de la Copa Davis. Ha sido muy socorrido echarle las culpas a la Federación Española de Tenis, o aquello de yo no tengo el móvil de Escañuela, pero te puedo conseguir el correo electrónico. La sorpresa, oh sorpresa, ocurrió cuando vinieron devueltas las 50 entradas asignadas a un club de fútbol. Por cierto, el otro club pidió más y se quedó con 70, debidamente abonadas. ¿Será el fiel reflejo de la clasificacón actual de uno y otro? Quién sabe.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios