ESPAÑA es un país rico en problemas, pero es que ya hasta su emblemática selección de fútbol ve cómo también le acosa un problema. Ese problema es que sigue sin mostrar en los amistosos la jerarquía que exhibe en los partidos oficiales. Puede que también sea que Del Bosque tira de fondo de armario para estos partidos, pero creo que la cosa no va por ahí, sino que el carácter amistoso sólo lo da España y nunca el que se enfrenta al campeón mundial.

El gol en la excelsa jugada que inició Negredo para que Navas marcase al alimón con un chileno en el alargue evitó que cayéramos por vez primera ante Chile. Ese gol del ex sevillista, ¿o fue del defensa rival?, impidió que el muy laureado Vicente del Bosque pudiese parafrasear a Pablo Hernández Coronado cuando declaró que le cabía el honor de haber sido el primer seleccionador español que había perdido con Portugal. Frase que fomentaría la leyenda de tan inefable personaje.

Ese partido de antier noche en Ginebra alimenta la especie de que partidos así nos esperarán muchos en el Mundial. Aparte de que nos tienen muy estudiados y de que todos salen con el ánimo por las nubes para la intentona de ganarle al campeón del mundo, los nuestros llegan al partido excesivamente laxos. Si hacemos un recuento de los balones divididos podríamos comprobar que los andinos superaron a nuestros compatriotas de una manera ciertamente espectacular.

También añadamos que hay futbolistas que no dan el nivel. Por ejemplo, ese claro ejemplo de rusticidad que es Javi García, desprovisto de una cualidad fundamental en su puesto, la de darle fluidez y celeridad al juego. También extraña lo que le cuesta a Navas agarrar la titularidad indiscutible. Con él siempre mejora España y a qué viene lo de esperar tantos minutos para aprovechar sus cualidades. En fin que el amistoso es un problema y ojalá todo quede ahí, en el amistoso.