Por tercer mandato consecutivo, Alberto Núñez Feijóo ha tomado posesión como presidente de la Xunta de Galicia. Prometió su cargo en presencia de Mariano Rajoy, lo que ha vuelto a disparar las profecías que le convierten en el delfín del PP para aspirar a la Presidencia del Gobierno. Sin embargo, se lo fían a la larga. En el PP dan por supuesto que Rajoy aguantará cuatro años más en la Moncloa. Y, para ello, se está rumoreando que convocará elecciones en mayo del próximo año, si no le aprueban los presupuestos. La pelota vuelve al tejado del PSOE, que en primavera todavía no estará presentable.

En esas elecciones de 2017 el candidato del PP sería Mariano Rajoy, ¿quién si no? Después del congreso nacional de los populares, en febrero, saldría reforzado. Ha sobrevivido cuando todos le veían en la cuerda floja. Y, como es un superviviente, cree que puede durar cuatro años más; bien con la mayoría absoluta en 2017, o negociando con el apoyo de Ciudadanos. Si resistiera esos cuatro años más, en 2020, o en 2021, llegaría el momento de Núñez Feijóo.

El problema es que al presidente de la Xunta de Galicia se le puede pasar el arroz y quemarse en el intento. Alberto tiene la virtud de parecer más joven de lo que es, pero ha cumplido ya 55 años. En 2021 tendrá 60 años, una buena edad para un presidente del Gobierno, que no es como un concejal de Juventud. Ni los Maíllo, ni los Maroto, ni mucho menos los Casado o las Levy van a tener ahí su gran momento, porque todavía les quedan muchos méritos que acumular. Aunque Rajoy les ha encargado las ponencias del Congreso, a ellos y a Javier Arenas, que son los vicesecretarios.

Algunos piensan que Galicia no es como el resto de España, pero tampoco es un feudo fácil de la derecha. En sus tres principales ayuntamientos gobierna la izquierda: la Marea de Podemos en Santiago de Compostela y La Coruña; y el PSOE en Vigo con Abel Caballero. En las elecciones gallegas hubo sorpasso por los pelos. Así que repetir la mayoría absoluta en Galicia, y dejar a Ciudadanos como grupo extraparlamentario, es un exitazo de Feijóo, que no tiene comparación posible en el PP.

Sin embargo, en cuatro años, el arroz de Feijóo se le puede quemar, o al menos pasarse. Su punto ideal lo tiene ahora, a corto plazo. Está en su momento. A los otros aspirantes les falta un hervor; o incluso dos o tres hervores. Pero Mariano Rajoy ha sobrevivido a tantas batallas que no le importa el riesgo de jugar con fuego.