URGENTE Pedro Sánchez se retira de la vida pública hasta el 29 de abril para pensar si seguirá de presidente del Gobierno

La esquina

josé / aguilar

No bajamos del millón

EL 10 de enero de 2010, con Zapatero en la Moncloa, Mariano Rajoy se hizo una foto delante de una oficina de empleo con una leyenda que era promesa preelectoral: "Cuando gobierne bajará el paro". Cinco años después ha podido presumir de que empieza a cumplir la promesa.

Todavía ayer desde el PSOE se le recordó al presidente del Gobierno que sigue habiendo en España 25.300 desempleados más que cuando Zapatero abandonó el palacio, en diciembre de 2011. Pero el Ejecutivo ha podido lanzar una intensa campaña de propaganda porque los datos ya le acompañan: durante el año que acabó hace menos de una semana el paro bajó en 253.627 personas. El mayor descenso desde 1998. Tenemos 253.627 razones para ser más optimistas, ha dicho la secretaria de Estado del ramo (del ramo del Empleo).

Dejando constancia de que buena parte de este empleo nuevo es precario y temporal, lo relevante es que el cambio de tendencia que ya se apuntó en 2013 se ha consolidado en el año recién finiquitado y que no hay nada que impida augurar que en los próximos meses irá a más. Bueno, nada excepto los elementos externos a la capacidad de decisión de nuestros gobernantes, como la coyuntura internacional, los precios del petróleo y la reactivación, o no, europea.

La nota discordante que más nos afecta en este panorama esperanzador la pone la comunidad autónoma andaluza. Andalucía registró también una bajada del número de inscritos en las oficinas del Inem, pero continuamos por encima del millón de parados. Esta del millón se ha convertido en una cifra simbólica, fatídica y dramática -¡vaya colección de esdrújulos!- porque la presidenta Susana Díaz se fijó como meta básica a corto plazo rebajarla. De momento no ha podido ser, aunque aún le queda legislatura por delante para lograr tan modesto objetivo.

Las lecturas sobre el millón de desempleados andaluces (casi un millón diez mil) fueron las previstas. Los sindicatos culparon al Gobierno y a la Junta de Andalucía, la Junta culpó al Gobierno y el PP culpó a la Junta. Nada nuevo bajo el sol. La verdad es que todos ellos tienen algún grado de responsabilidad en estos datos pavorosos. No tanta responsabilidad como aducen unos contra otros cuando las cosas van mal, ni tanto mérito como se atribuye cada cual cuando las cosas empiezan a ir bien. Lo que hace falta es que vayan a mejor, independientemente de quién saca más pecho.

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