MUCHA polvareda está levantando el hecho de que un futbolista andaluz se liase en una bandera andaluza cuando los fastos por el éxito español en la Eurocopa. Apareció el camero Sergio Ramos con la verde, blanca y verde, tanto en el Prater a la finalización del partido con Alemania y al día siguiente en el multitudinario paseo por Madrid. Hay gente que lo vio mal porque, dicen, hay que ver la que se habría armado si Xabi Alonso hace lo propio con la ikurriña o Xavi Hernández luce la senyera. Y tienen éstos razón, la que se habría armado si en dicha efervescencia nacional salen a relucir símbolos nacionalista vascos o catalanes. Y critican a Sergio por envolverse en la enseña andaluza, pero es que, señoras y señores discrepantes, la verde, blanca y verde de Blas Infante, al menos por ahora, no tiene ninguna connotación separatista y, por eso, no molesta a nadie.