En busca del pernales

El romancero y la narración costumbrista han agotado, por abuso, sus posibilidades de actualización

Aveces la mejor literatura aguarda, como la bella durmiente, que la varita mágica de un investigador avisado la recupere. Y esa vieja obra desempolvada y de cuya existencia nadie sospechaba, puede convertirse para los lectores en un verdadero tesoro, dados los alicientes que puede esconder. Sobre Andalucía se han volcado tantas leyendas pintorescas que cuesta adentrarse con espontaneidad en muchos acontecimientos que, sin embargo, han determinado su imagen. Así, se sabe que hubo bandoleros muy enrizados en unas comarcas, en las que, durante décadas, mandaba un cacique y que hambre y miseria formaron parte cotidiana de esas tierras. Pero todo ese pasado está impregnado de nebulosa: cuesta diferenciar lo sucedido en sus campos y lo inventado para alimentar estampas castizas o justificar injusticias. Por ello, ese mundo ha perdido prestigio historiográfico o literario. Resulta difícil acercarse a él, aunque cuenta con un gran potencial para explicar las turbulencias de la sociedad andaluza. El romancero y la narración costumbrista han agotado, por abuso, sus posibilidades de actualización. Al historiador le cuesta abrirse camino entre tanta confusión y tópico concentrado. No obstante, a pesar de estas dificultades, Fernando Durán López ha encontrado un medio para recuperarlo y para que una amplia gama de lectores puedan acercarse, sin más intermediarios, al cruento episodio del bandolerismo andaluz. Ha editado, por primera vez en forma de libro, las crónicas periodísticas enviadas por Enrique Mullor de Quesada, al periódico madrileño España Nueva, en 1907. Fueron apareciendo a lo largo de meses en este diario, con este título, En busca del Pernales, y, con el mismo, se reeditan de nuevo (ahora en Renacimiento) estas anteriormente arrinconadas páginas. Es el milagro facilitado por el buen olfato de un gran investigador (que desde la Universidad de Cádiz ya nos tiene acostumbrados a estos repetidos y valiosos descubrimientos): devolverle la palabra a un escritor olvidado. El periodista Mullor de Quesada quiso y supo aunar a la vez el esfuerzo de un trabajo de indagación sobre el terreno y un audaz análisis sobre las circunstancias sociales, económicas y políticas que acunaban el bandolerismo en la época del Pernales. Una labor de síntesis poco frecuente por entonces en la prensa española. Gracias a ella, la obra se puede leer como si se tratara de la intriga de una novela, pero apoyada en testimonios de primera mano y en ideas propias de una militancia política abierta y moderna. También ayuda a la lectura la precisa introducción y las notas del profesor Durán López.

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