SURREALISMO total eso de no encontrar una fecha idónea para la final de Copa, pero nada hay ya nuevo. ¿En qué estarían pensando cuando las calores a la hora de rematar el calendario? ¿Quizá no pensaron que en cualquiera de los dos finalistas podría haber algún mundialista? ¿Creyeron que a esa final iban a llegar dos equipos sin mundialistas? No sé, pero cuesta dar con lo que nuestros sesudos dirigentes tienen en sus seseras para que las cosas sigan pasando de aquesta manera. Por lo pronto no prosperan las gestiones ante la FIFA y se deduce que lo ideal es adelantar la fecha... siempre y cuando haya alguna fecha disponible.

El 26 de mayo, último miércoles del mes de mayo, es la fecha que figura en el surrealista calendario vigente y la FIFA dice que ese día han de estar de vacaciones todos los mundialistas. Así a bote pronto, el Sevilla cuenta con Escudé, Luis Fabiano, Jesús Navas, Negredo, Dragutinovic, Zokora, Romaric y muy posiblemente Squillaci y hasta Konko, mientras que el Atlético perdería a su pareja letal Agüero-Forlán y sin la que el equipo rojiblanco se queda desnudo, más Simao, Tiago y algún otro que pueda caer. Como puede verse, el cartel de la gran fiesta se quedaría en cueros y más parecido a un bolo sin importancia que al pase de la firma para la gran temporada española.

Sin ánimo de dar ideas y sin tener por qué desear que Atleti o Sevilla caigan ya en Europa, recuerdo que la penúltima vez que el Sevilla llegó a la final de Copa fue también en año de Mundial. Entonces no se contemplaba jugar la final antes de tiempo, sino como cierre de ejercicio y como el responsable del equipo nacional, Helenio Herrera, no dio su brazo a torcer y los seleccionados, treinta futbolistas antes de los descartes, hubieron de guardar una vigilia de un mes en Algorta, aquel Real Madrid-Sevilla se jugó después del Mundial, justamente el 8 de julio. A ver quién es capaz en estos tiempos de decir que la final se juega en julio, qué horror de calendario.