La ciudad y los días

carlos / colón

Como los cangrejos

SE multiplican, como cada verano, las noticias sobre las violencias con las que los jóvenes se agreden a sí mismos y a los otros (desde el consumo de alcohol al neomachismo o el balconing). Y no me vengan con lo de la nostalgia. Sólo hay una estupidez que supere a lo de "cualquier tiempo pasado fue mejor": que cualquier tiempo presente sea necesariamente mejor. La Historia cura la nostalgia. Y las noticias curan la euforia del presente. No todo fue siempre la misma basura en la que hoy crecen muchos jóvenes, no siempre lo mejor se ocultó tanto y lo peor se ofreció con tanta insistencia, no siempre tan poderosos medios les hicieron creer que eligen libremente en vez de ser manipulados por inducciones ambientales, no siempre estuvo tan extendida la renuncia educativa que afecta por igual a padres y enseñantes, tal vez impotentes ante esas imposiciones e inducciones ambientales. Las incomprensiones generacionales no son una novedad. Los ancianos siempre han sentido nostalgia por un pasado que idealizan y consideran su tiempo frente a un presente del que se sienten excluidos. Dicho lo cual hay que añadir que desde los años 50 y 60 se han venido produciendo fenómenos sociales y culturales que han afectado y siguen afectando negativamente a los jóvenes. No es casual que en 1949 la Organización Mundial de la Salud considerara un grave problema el aumento de la delincuencia juvenil, que en 1953 el Senado de los Estados Unidos creara un Subcomité de Delincuencia Juvenil, que en 1960 las Naciones Unidas presentaran el informe New Forms of Juvenile Delinquency o que en 1962 la OMS distinguiera entre actitudes delictivas juveniles "que, si bien son producto de la aparición de nuevas oportunidades de delincuencia, no difieren en lo esencial de las formas tradicionales" y "actos que parecen revelar un cambio de conducta más fundamental o la participación de grupos sociales que hasta ahora habían permanecido fuera de la órbita del comportamiento delictivo". Esto último fue y es la triste novedad.

Tampoco es casual que en 1951 Frank Rooney publicara The Cyclist's Raide que Benedek filmó como Salvaje, en 1955 Ray rodara Rebelde sin causa, en 1957 Bernstein, Laurents y Robbins estrenaran West Side Story o en 1954 y en 1959 Hunter publicara The Blackboard Jungle y A Matter of Conviction, filmadas en 1955 y 1961 por Brooks y Frankenheimer como Semilla de maldad y Los jóvenes salvajes. ¿O fue casual?

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