CIRCULA por los sumideros habituales un vídeo que podría ser catalogado como retrato psicológico de la más casposa sevillanía que imaginarse pueda. Se trata de un ciudadano que perpetra una saeta urgiendo al rey Baltasar a que se dé prisa en pasar. Prisas por el fin de la Cabalgata y prisas por que la primera cruz de guía esté en la Campana a la mayor brevedad posible. Aunque todo está hecho en clave humorística, hay que reconocer que una Sevilla muy considerable en volumen sí que piensa de esa manera. Es más, existe una cantidad enorme de personas que no tienen otra aguja de marear que la que te lleva de la Cabalgata a la Semana Santa, de ahí a la Feria para, sin solución de continuidad, mirar al Rocío como el que mira la meta de su vida. Gente que no es desechable, por qué va a serlo, pero hay que ver lo útil que sería poniéndole ese entusiasmo a todo.