Tomás garcía rodríguez

Doctor en Biología

El ciprés de los pantanos

El árbol puede verse en la Glorieta de Bécquer y en otros sitios del Parque y la Cartuja

Cuando los duques de Montpensier, Antonio de Orleans y María Luisa Fernanda de Borbón, arribaron a Sevilla en 1848 huyendo desde Francia, hijo él del rey francés Luis Felipe I de Orleans y hermana ella de la reina española Isabel II, se establecieron en la antigua Universidad de Mareantes de San Telmo. Ampliaron sus terrenos adquiriendo huertas colindantes y otras posesiones, tales como el Convento de San Diego, para convertirlos en un gran jardín. Los arquitectos José M. Caballero y Balbino Marrón fueron los encargados de la reestructuración palaciega, mientras que los espacios ajardinados se pusieron en manos del ingeniero agrícola francés André Lecolant, que diseñaría el germen del futuro Parque de María Luisa.

Alrededor de 1860, se sembraron en el nuevo vergel de los Montpensier algunos especímenes de Taxodium distichum, originario del sudeste de los Estados Unidos y denominado comúnmente ciprés de los pantanos o ciprés calvo. Uno de estos majestuosos taxodios es el que actualmente puede contemplarse en la Glorieta de Bécquer y otros cinco permanecen entre el Estanque de los Patos y la Fuente de las Ranas; existe uno de plantación posterior en el Pabellón de Marruecos y algunos jóvenes en la Cartuja. Pueden alcanzar estos hermosos árboles caducifolios un porte piramidal imponente, con ramificaciones tipo candelabro en ejemplares longevos.

Al fallecer el duque, su esposa donará a la ciudad en 1893 tres cuartas partes de los jardines y a la archidiócesis hispalense, el palacio. Años más tarde, los hermanos comediógrafos Álvarez Quintero promueven una suscripción pública para satisfacer los gastos de erección de una glorieta alrededor del ciprés calvo, ideada por Juan Talavera e inaugurada en 1911, que presenta un grupo escultórico en homenaje al poeta Gustavo A. Bécquer. La obra de mármol fue concebida por Lorenzo Coullant y modelada por Federico Bechini, mientras que los ángeles de bronce son de Romolo Staccioli.

Posteriormente, se hace cargo de la remodelación y ampliación del Parque el arquitecto y paisajista Jean C. Nicolas Forestier, completándolo con un conjunto de fuentes bajas y cerámicas de inspiración romántica con reminiscencias arábigo-andaluzas. En 1914, se estrenaba solemnemente el primer parque público de Sevilla, llamado de María Luisa en honor a la infanta fallecida diecisiete años atrás, hermana y madre de reinas e hija de reyes.

En todo el proceso de creación y ensamblaje del ensoñador recinto becqueriano, se reconoce la fase completa fundacional de nuestro Jardín de jardines, desde la plantación arbórea hasta la inclusión de las esculturas y fundiciones, resultando uno de sus más antiguos, reconocidos y emblemáticos rincones. En él quedan representados la poesía y los ciclos del amor, destilando melancolía, dolor y exaltación pasional; transcribiendo en madera, piedra y metal la Rima X: "...mis párpados se cierran... ¿Qué sucede? / ¿Dime...? ¡Silencio! ¡Es el amor que pasa!".

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