Fragmentos

juan ruesga navarro

Una ciudad para la justicia

¿Es lo más adecuado hoy en día una imagen de recinto cerrado y distante para el ciudadano?

En estos últimos días, semanas, meses y años hemos oído y leído sobre la Ciudad de la Justicia en Sevilla. Durante varias corporaciones y legislaturas no hemos llegado a nada.

Parece que ahora hay interés en resolver. Tenemos derecho a ser algo escépticos, pero bienvenidas las iniciativas si se culminan.

Quizás parte del problema haya sido el propio concepto: agrupar en un edificio o grupo de edificios todo lo necesario para resolver una serie de funciones y necesidades. No es fácil encontrar el lugar y los recursos para resolver de un plumazo un tema. Tirando del hilo podemos remontarnos a la creación en el siglo pasado de la Ciudad Universitaria de Madrid.

Hemos llamado, un tanto ampulosamente, Ciudad Sanitaria a un conjunto de edificaciones hospitalarias. Hoy en día, con las ciudades en crecimiento, se ha demostrado más práctico y funcional tener varios hospitales en diferentes emplazamientos geográficos de la ciudad y no digamos el creciente desdoblamiento de campus e instituciones universitarias. Como hemos visto en Sevilla en los últimos tiempos.

Pero hay un aspecto de las ciudades que me interesa especialmente. La representación del poder. Desde Menfis en el Antiguo Egipto hasta San Petersburgo en la Rusia Imperial. Las ciudades fueron pensadas como centros de poder civil o religioso. Desde esta interpretación entiendo la idea de crear una Ciudad de la Justicia. Como una fuerte representación del poder de la Justicia.

¿Es una buena idea? ¿Es lo más adecuado hoy en día una imagen de recinto cerrado y distante, para el ciudadano que busca amparo en las instituciones de la Justicia? Permitan que lo ponga en duda. Para magistrados y letrados puede ser cómodo. Es su lugar de trabajo. Para los administrados ya es otra cosa. Un aglomerado de edificios grandes, complejos y similares unos a otros, puede ser más el laberinto de El proceso de Kafka que la imagen de una justicia accesible y próxima.

Entre las opciones que se barajan como sede de esa ciudad está el Prado y el sur del Sur. Antes fue Los Gordales, después Los Bermejales y ahora Palmas Altas. Curiosas toponimias.

El Prado tiene centralidad y accesibilidad en transporte público resuelta. Pero no parece que quepa todo. Las opciones al Sur dependen del calendario de las construcciones efectivas (no de los proyectos) y de las comunicaciones como la línea 3 del Metro.

Quizás una solución compleja sea la más eficaz. Y utilizar criterios de aprovechamiento del patrimonio edificado existente, movilidad urbana y tramitación ágil por medios digitales. Así como ser coherente con nuestra realidad económica y social. Mejor pensar en Nuevos Juzgados que en la Ciudad de la Justicia.

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