La ventana

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Los clarines suceden a las trompetas

Silenciados tambores y trompetas surgen los inquietantes sonidos que emiten los clarines del miedo. Inquietan por la carga de autenticidad que lleva la corrida de toros, pero ilusionan como es difícil imaginar en quienes seguimos esta religión. La fe de un rito en el que se muere de verdad y que en el Domingo de Resurrección se hace en Sevilla pistoletazo de salida para la temporada. Y hoy, como cuando cierto faraón comparecía de verde y oro como un dios laico tras un invierno en la clandestinidad, volvemos a sentir esa ilusión por lo que significa la terna anunciada. Morante, Ortega y Aguado, como la reencarnación de aquel Diego, Curro y Paco que llevó a Sevilla a salir de la plaza toreando hace más de medio siglo. Cerró la Soledad anoche la Semana Santa y abre hoy sus puertas la plaza más bella del mundo para que rompa filas la temporada. Que el paseo sea el anunciado y que Dios reparta suerte.

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