Es otro ejemplo del catetismo que nos invade cuando se habla de los aeropuertos y el turismo. Hubo un tiempo en que les dio la ventolera por los chinos. Fue cuando Juan Espadas envió un mensaje que se proyectó en la pequinesa plaza de Tiananmen, y cuando Antonio Muñoz se desvivía con los chinos, a los que ofrecieron varios edificios históricos de esos que están abandonados en Sevilla y no saben qué hacer con ellos. También se habló de una supuesta conexión aérea directa con China desde el aeropuerto de San Pablo. Pero ahora la moda se deriva a los EEUU, a pesar de que ya no lo preside Barack Obama, sino Donald Trump, ese monstruo. El turismo norteamericano es el campeóndel lujo en Sevilla. Varios de los nuevos hoteles de cinco y cuatro estrellas están auspiciados por empresas de capital yanqui. Nada mejor que conseguir la conexión con Nueva York.

En ello están trabajando. Es indiscutible que el aeropuerto de San Pablo ofrece ahora mejores conexiones. Entre ellas, con París, Ámsterdam, Fráncfort o Múnich, que además de su importancia intrínseca, disponen de enlaces con casi todos los destinos del mundo. Desde Sevilla ya podemos viajar en avión a todos los continentes, no directamente, pero sí con una escala intermedia. Y a la inversa también.

En los vuelos con Nueva York se ha llegado al catetismo primitivo de "oye, hay que tener cuidado, porque nos lo van a quitar en Málaga". Verán, el aeropuerto de Málaga, que celebró ayer sus 100 años, sigue generando más tráfico aéreo que el de Sevilla, y es el primero de Andalucía y el cuarto de España. Cuenta con ventaja en las conexiones con Rusia y otros países del Este, Centro Europa y el Reino Unido. Pero no pasaría nada si Málaga y Sevilla ofrecen el JFK de Nueva York entre sus destinos y orígenes de vuelos. Málaga y Sevilla no son incompatibles, ni se excluyen entre sí. Incluso hay ciudades, como NY, que tienen más de un aeropuerto. En París también hay tres, por citar un ejemplo más cercano. Y la alcaldesa Anne Hidalgo, que es socialista y de San Fernando, no se pelea con ella misma para ver si los vuelos van al Charles de Gaulle, Orly o Beauvais.

Por el contrario, la gente recuerda con guasa que el alcalde Espadas va a conectar Sevilla con Nueva York, pero que todavía no ha conseguido enlazar el aeropuerto de San Pablo con la estación de Santa Justa, mediante un trenecito de Cercanías. Un adelanto que ya existe en Málaga y en Jerez, a cuyo aeropuerto pueden ir desde Santa Justa. Para unas cosas el aeropuerto de Sevilla está avanzando, y para otras parece que sigue en el siglo pasado.