Bicheo por la TDT

fátima Díaz

¿Ya conoces a la madre?

ANTES que nada, he de decir que este artículo de opinión no contendrá spoilers, pueden seguir leyendo los fans de la serie que aún no hayan visto el último episodio. Cómo conocí a vuestra madre firmó su sentencia el pasado lunes en la cadena CBS. Digo bien: sentencia. Porque la conclusión, como cabía esperar, ha levantado asperezas, rechazos y comentarios críticos entre los seguidores, casi tantos como defensas exacerbadas y un movimiento de romanticismo ilusionado por Ted y la señora Mosby. Encontrar a la madre de sus hijos le ha costado nueve temporadas y ocho años en emisión. No es para menos. Pero, una vez conocida a la esposa de Ted, sí es cierto que era el punto y final más lógico y coherente con el desarrollo de una sitcom que siempre se ha caracterizado por el equilibrio entre el humor absurdo y la trama sentimental. Un sabor agridulce. Ahí lo dejo.

Craigh Thomas y Carter Bays, los creadores, aseguran que "no habrá segundas partes". Pero ya se habla de algunas escenas inéditas que quizás vean la luz en un dvd sólo apto para adictos. Dejando a un lado la rumorología, lo que sí es una realidad es que habrá un spin off, Cómo conocí a vuestro padre, protagonizado por Greta Gerwig y con diferente reparto. Ahora conoceremos cómo es la búsqueda a través de ella.

Pero la sucesora de Friends en la presente generación ha dejado el listón muy alto. Con un final emotivo y con interesantes guiños al espectador, la serie ha dejado claro que hay ficciones que pueden emocionarnos, intrigarnos y hacernos reír a partes iguales, que lo uno no está reñido con lo otro, que un sólo producto puede contener de todo un poco. Tras unas cuantas temporadas irregulares en las que los guiones parecían repetirse sin cesar, Como conocí a vuestra madre remontó con la muerte del padre de Marshall. La novena y última entrega ha sido pasado, presente y futuro. Un fin de semana contado en una veintena de episodios pero también muchas miradas a lo que vendría; grandes hitos o pequeñas anécdotas en forma de flashforward. Otra de las críticas que leo sobre el final es que hayan relegado a los últimos 40 minutos conflictos y dilemas que requerían más desarrollo. Aunque deseásemos algo más de fundamento en los giros, en el fondo han sido fieles a la esencia de la serie, a esa narrativa fragmentada que les ha funcionado mejor o peor a lo largo de ocho años y que se ha intensificado en el último tramo.

Yo, personalmente, me quedo con Robin, a la que le costó arrancar (debido a Ted) pero que acabó convirtiéndose en el personaje más interesante. Me quedo con el amor que todo lo puede de Marshall y Lilly. Y sobre todo con Barney, cuyo cambio nos reconcilia con el ser humano. En el fondo, todos somos unos románticos.

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