DESPUÉS de las tribulaciones del puente más convulso que vieron los tiempos, pistoletazo de salida para la Navidad. Belenes por todas partes, banda sonora monocorde, interminable, por la que sabemos que los peces beben y beben y vuelven a beber, que no sé yo por qué tienen tanta sed los peces. Bueno, digo que concluido, al fin, el puente más largo y accidentado, ese puente que tanta crispación añadió a la ya de por sí crispada sociedad que protagonizamos entre los controladores y las canales, la Navidad se hace carne y habita entre nosotros. Belenes por doquier, iluminación como con sordina y otra tradición, la de la zambomba, llamada por algunos zambombá. Y entre esas celebraciones importadas de Jerez en general y de su barrio de Santiago en particular, una muy especial, la que se organiza este mediodía en Peyré a beneficio del Proyecto Hombre y sin aparente hora de terminación.
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