GALOPA el tiempo en busca de una nueva jornada de Liga y en el ínterin nos topamos con un nuevo experimento del equipo nacional. Experimento rentable ante un buen equipo como Chile y en un terreno neutral a más no poder. Se juega en Ginebra y aparte de ensayo tiene también el objetivo de que tanto Valdés como Reina acumulen un entorchado más y el primero reciba un caramelo que no sé si le sabrá dulce o amargo, no sé.

Este partido ya en plena cuenta atrás hacia la cuarta jornada de Liga nos trae también el rapto de independencia que ha mostrado Zinedine Zidane al poner en cuarentena la última decisión de su jefe, ese hombre especial que atiende por Florentino Pérez. Ha dicho el extraordinario ex futbolista que nadie vale cien millones, ni siquiera Bale. Tampoco él, que ya hace diez años costó una cifra que, posiblemente, tuviese parecido poder adquisitivo a la desembolsada hoy por el galés.

Zizou es posible que haya estado políticamente incorrecto al criticar la decisión de su superior, pero de lo que no cabe la menor duda es de que ha demostrado no casarse con nadie, ni siquiera con ese ser al que Butragueño catalogó como especial. Junto al partido de hoy en Ginebra y las declaraciones del genio marsellés nos damos de cara con el problema que representa para Betis y Sevilla tener abarrotadas sus respectivas enfermerías con la Liga tan cercana.

Ante compromisos tan serios como el del sábado sevillista en el Camp Nou y el del domingo bético como anfitrión del Valencia, ambos se encuentran con la defensa cogida con alfileres. Y no se trata sólo de la Liga sino de un carrusel de compromisos que puede ser decisivo de cara al devenir del curso. Pero por lo pronto demos tiempo al tiempo, a ver qué se extrae de la probeta ginebrina y qué reacción observa Florentino tras las palabras de Zidane, que ya falta menos para lo serio.