De vez en cuando, siempre cuando conviene a sus estrategias nacionales, nunca pensando en los intereses de Andalucía, Vox intenta poner contra las cuerdas al Gobierno de Juanma Moreno amagando -y no dando- con retirarle su apoyo parlamentario y hacer imposible su continuidad, Y siempre, o casi, utiliza el argumento del pin parental, que es a la política andaluza lo que el cuento de nunca acabar es a las narraciones infantiles. Vox vuelve a demostrar bisoñez en sus dirigentes -en la imagen el portavoz Alejandro Hernández habla con el vicepresidente Juan Marín esta semana en el Parlamento- y una falta de proyecto propio para Andalucía.
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