Editorial

La débil economía andaluza da signos de mejora

EL informe del Servicio de Estudios del BBVA augura que 2016 y 2017 serán buenos años para la economía andaluza. Las previsiones, que fueron publicadas por este periódico en su edición del pasado martes, no pueden ser mejores: crecimiento del PIB de un 2,8% cada año, bajada del paro al 25%, aumento de la inversión en industria y la construcción, etcétera. Las causas de este panorama tan optimista son varias, algunas internas y otras externas: intereses bajos, caída del precio del crudo y menos impuestos, entre otros factores.

Sin embargo, y pese a que el análisis realizado por una de las entidades financieras más prestigiosas del mundo es fundamentalmente positivo, no se pueden echar las campanas al vuelo. En primer lugar porque la economía andaluza, aunque recorta tímidamente puestos con el resto de España, todavía está a la cola del país y de Europa y la comunidad sigue siendo una de las regiones más desfavorecidas del continente. Aspirar a reducir el paro del 30% al 25% está muy bien, pero esta cifra, tal como insistió uno de los responsables del informe, Rafael Doménech, es, sencillamente, "inaceptable en términos sociales". Además, algunos de los factores que han propiciado el buen ritmo de la economía andaluza son totalmente ajenos a nuestro control y pueden cambiar, como la caída del precio del petróleo o los bajos tipos de interés. Por supuesto, también está latente la amenaza de que la situación política a nivel nacional empeore y que -como avisan desde hace tiempo muchos analistas- se retroceda hacia una nueva crisis económica mundial por la desaceleración de los países emergentes y la volatilidad de los mercados de valores.

El informe del BBVA desvela que, aunque la exportación se ha comportado bien en Andalucía en los últimos tiempos, queda mucho por hacer en la diversificación de nuestros productos. Asimismo, se da la buena noticia de que sube la inversión en la construcción -la posibilidad de que nuestra economía vaya bien sin este sector es una quimera- y en la industria, que es la eterna asignatura pendiente de la comunidad autónoma. Eso sí, como era de esperar, el turismo sigue siendo el principal motor de nuestra economía, lo cual no se tiene que ver como algo negativo, sino todo lo contrario. Andalucía debe seguir en la senda de modernizar y aumentar la calidad de un sector turístico en el que ya es referencia en el mundo entero.

Tags

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios