Interesante acto el de este mediodía en Las Rozas y en el que lo mismo puede deparar derbi que un rival sin pedigrí. Así es la Copa del Rey en el nuevo modelo de varias eliminatorias a partido único y de alfombra roja para los cuatro que están en Liga de Campeones. Cuatro que son los mismos que se libraron de la primera ronda por estar participando en la Supercopa, esa competición que ha dado un supercampeón que no había sido campeón.

Se sortea la Copa del Rey en sus dieciseisavos de final y en los que sobreviven dieciocho equipos de Primera, seis de Segunda y ocho de Segunda B. Para más facilidades, los cuatro de Champions se enfrentarán a rivales de Segunda B, mientras que habrá cuatro equipos de Primera que habrán de colisionar entre ellos a partido único y en el campo del que haya salido por delante en el sorteo. Sin duda habrá bastante de ruleta rusa, pero con facilidades para los más poderosos.

Y en ese lote de cuatro desafortunados de la élite es donde cabe la posibilidad de derbi, lo que hará que este mediodía todo el fútbol según Sevilla ande acariciando su particular pata de conejo para eludir el cáliz. Por lo demás, resaca de una Supercopa que, según los taquillajes, evidenció que es Messi quien polariza la atención universal, ya que sólo en el partido del Barça se rozó el lleno en ese fastuoso estadio que linda con el Mar Rojo y en el que ya se permitió la presencia de la mujer.

Y la ganó el equipo que entró de estrella invitada tras no cumplir ninguno de los requisitos exigidos de ser campeón o subcampeón de los dos torneos domésticos. Un grandísimo Courtois fue la llave que le abrió al Realísimo la puerta del triunfo con la colaboración de Valverde con un trabajo sucio que no le impidió recibir el trofeo al mejor futbolista del torneo. Si Coubertin levantara la cabeza... Pero la vida sigue, hoy se sortea la Copa y hasta podría haber derbi. En fin...