SE tiende a poner palabras allá donde faltan ideas. Más de uno debe darse por aludido por la dura sentencia de Goethe. Quizá servidor. Quizá no menos que otros personajes de enjundia. Ante la arrogancia del lema de la Escuela de Verano del PP, Dicho y hecho, este piernas no sabe si es mejor descubrirse o echar a correr. El señuelo de los apestados brotes verdes empieza a marear más que los de la hierba prohibida.

El vicesecretario de Organización, Carlos Floriano, explicó en junio la génesis del lema que ahora reluce bajo el sol de Gandía: "Se ha elegido esta frase porque nos comprometimos a gestionar la realidad y a poner a nuestro país en posición de salir de la crisis y creemos que en estos 18 meses que llevamos en el Gobierno hemos gestionado una realidad mucho más difícil de lo que pensábamos, sufriendo en algunos momentos situaciones inesperadas". Floriano habla de gestionar la realidad sin dejar de rendir honores al tono campanudo recordando que todo es mucho más complicado de lo que cualquiera imaginara antes de coger las riendas del poder, ese caballo desbocado.

También brilla con luz propia en la falaz, digo feliz, definición de Floriano sobre la ímproba tarea del Gobierno el pasaje de que estamos sufriendo situaciones inesperadas. Sin duda, nadie contaba con que ese tesorero que dimitía el 8 de abril de 2010, ese buen hombre y mejor esquiador que se llevaría 470.000 euros de indemnización aunque "no hacía nada, nada" por el PP, según la enfática declaración de María Dolores de Cospedal al juez Ruz, iba a amasar una fortuna y que el asunto le iba a acabar estropeando al presidente del Gobierno la fiesta de la recuperación de un país que ya levanta cabeza, como proclama el PP, amnésico a sus promesas de bajar impuestos o no tocar ni las pensiones, ni la sanidad ni la educación.

Dicho y hecho, es reunirse el G-20 y a Obama le falta tiempo para darle palmaditas a Rajoy. Lástima que el fantasma de Bárcenas siga ahí con el colmillo afilado. Y que cuando se acaba la elegancia, llega la sinceridad, tan incompatibles ellas como ellos, nuestro dichoso presidente y su rehecho ex tesorero.