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DERBI Sánchez Martínez, árbitro del Betis-Sevilla

PASA LA VIDA

Juan Luis Pavón

Más doblones que gordales

VOTO a Bríos, pardiez. Tampa y cierra España. El juez de Florida que concede a España la devolución del tesoro del galeón Nuestra Señora de las Mercedes va a resolver el pago de la deuda histórica. Para históricas, las 500.000 monedas de oro y plata de 1804 que los piratas norteamericanas de Odyssey rapiñaron al sur del Algarve, en los restos de un barco donde murieron 250 españoles bajo el fuego de la Armada inglesa. Tenemos a la vista el nuevo modelo productivo andaluz: la arqueología subacuática. A por el oro y la plata. Ya está bien de conformarnos únicamente con el de los podios deportivos.

Cuando un juez norteamericano se pone de nuestra parte sin que se lo diga Leire Pajín, es presagio de que vamos a salir de la crisis. Y van a resolverse las cuentas de la lechera del pago de la deuda histórica a Andalucía, un fiasco con más entregas que un culebrón venezolano. Los doblones en manos de Odyssey son propiedad de la Corona de España. Pero ya puede Griñán convocar a un comité de sabios para reclamar que Andalucía, Puerto y Puerta de Indias primero con Sevilla y después con Cádiz, ha de esgrimir derechos históricos para llevarse el lote más grande de monedas. Como dicen ahora los catalanes cuando se discute la financiación autonómica, ellos necesitan más fondos porque han de atender a la población flotante que pasa por sus aeropuertos, autopistas, playas, ambulatorios, colegios, etcétera. Imaginen la que se puede contabilizar con legajos del Archivo de Indias a lo largo de tres siglos de conquista y colonización. La superpoblación de Sevilla en el XVI y en el XVII era la madre de todas las bullas.

Que nos paguen desde La Moncloa la deuda histórica con dinero contante y sonante. Ya sean euros acuñados en Madrid o doblones de la Casa de la Moneda. Pero vendernos la moto de que un agravio superlativo se compensa con terrenos como Los Gordales, que debían de ser municipales desde hace muchos años, y en los que llevamos cuatro décadas celebrando la Feria, no tiene la más mínima legitimidad política. Gordales, las precisas, pero de aperitivo con cervezas.

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