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Visto y Oído

francisco / andrés / gallardo

La educación

UNA red tan inmediata como Twitter, donde los dedos se calientan sobre el cristal más frío, parece haber nacido para que al nombre de "Juan Carlos I" miles de perfiles saliven como los perros de Pavlov. Este domingo parecía que todo el mundo había visto el presunto desplante del padre del monarca a un tipo de verborrea compulsiva como Nico Abad. Por algunos comentarios parecía que don Juan Carlos se había topado con Chávez en sus momentos lenguaraces, pero todo fue más discreto y evidente de lo que interpretaban los tuiteros más sensibles y también sesgados.

Todo fue sencillo y sutil: el Rey emérito se encuentra con un viejo amigo, Ángel Nieto, cuando se topa con una alcachofa de Mediaset en la barbilla que los separa de algún comentario personal amistoso. Don Juan Carlos pide unos segundos, unos simples segundos, de discreción, ante el comentarista de Mediaset, que se introdujo en la conversación sin venir a cuento ni hacer ademán siquiera de permiso. Nico no estaba en el plató de Sálvame, sino ante el saludo de dos personas (por muy personalidades que sean) que requerían un breve margen y una ligera distancia. No más. Lo marca el sentido común, por muy periodista agresivo que se sea; y lo marca una elemental educación. No es mal tipo Nico Abad, pero se podía haber evitado la intromisión y habernos ahorrado los comentarios.

También era cuestión de cortesía y educación lo que pasó hace unos días en Almería con el entrenador del Éibar. Se tenía que haber fijado que, como regla elemental de cortesía, se abordara la rueda de prensa en el idioma común de los presentes para dejar después las declaraciones para un medio individual. Si el jefe de prensa hubiera atendido al sentido común nos hubiera ahorrado el desplante de Garitano que, a la vista está, buscaba su momento mártir. Pese a lo que diga o viera, los andaluces han demostrado mucha, mucha, tolerancia hacia el País Vasco, como sabe usted mismo, lector. Tolerancia como la mayoría de aquellos periodistas plantados.

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