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La aldaba

Carlos Navarro Antolín

cnavarro@diariodesevilla.es

El error de Inés Arrimadas

Mucho ha tardado en retirarle la mano tendida al presidente que pacta con condenados por terrorismo y radicales catalanes

Inés Arrimadas desembarcó muy bien al frente de Ciudadanos al apoyar las declaraciones de estado de alarma del Gobierno. Juan Marín anunciaba en Andalucía que ya no se aprobaría ninguna más, cuando a los pocos días Arrimadas garantizaba con tino su nuevo apoyo al Ejecutivo. Está claro que no es barón de ningún partido quien alza más la voz, sino quien demuestra su influencia con los hechos. El muestrario de las desaplicaciones del vicepresidente preocupa ya, y mucho, al PP, que ve como Ciudadanos se hunde en los sondeos mientras Vox sube. El problema es que no hay marca nacional que aúpe ahora mismo a ningún representante del partido naranja en ninguna comunidad autónoma.

La presidenta salió ayer tarde y mal para proclamar su rechazo a los Presupuestos Generales del Estado. Inés, alma mía, ¿cuándo te diste cuenta de que no debías subirte a un barco cargado de piratas? No se puede entrar en la cueva de Alí Babá durante tanto tiempo y no salir tiznada. Marca blanca triunfante en Cataluña, ¿para qué picaste en su día el cebo capitalino y te fuiste para Madrid, presidenta? Lo de Ciudadanos en las próximas elecciones catalanas huele a bajonazo gordo. Y en el resto de España es mejor no hacer cábalas. Acaso podría amortiguar algo el golpe en Andalucía, donde el partido en la práctica es una reunión de cargos, familiares de los cargos y allegados de los unos y de los otros. No hay aparato en las distintas estructuras del partido en España, ni horizonte que mejore esta perspectiva.

¿Cuándo, Inés, creíste que Pedro Sánchez te preferiría antes que a los radicales vascos y catalanes? Si el presidente del Gobierno, el mismo que da el pésame a un etarra suicidado y no acude al funeral de las víctimas del coronavirus en la Almudena, está apoyado en un ser tan desahogado como Pablo Iglesias, experto en coquetear con diputados condenados por terrorismo. ¿De verdad, Inés, tenías algunas esperanzas en sacar rédito político de la estrategia de ofrecer la mano tendida a un jefe del Ejecutivo que ya no se refiere en las redes sociales directamente a "ETA" sino al "terrorismo"?.

Una cosa es querer marcar un estilo personal distinto al líder anterior, una opción legítima y comprensible, y otra muy distinta quedar relegada al papel de albacea del partido que concentró en su día las ilusiones de miles de españoles. Ciudadanos parece un partido destinado a quedar integrado en el PP. Y el PP, a entenderse con Vox. No hay otra operación. La clave es cuándo y cómo. Y como está escrito en las sagradas escrituras: no sabéis el día ni la hora. Pero será. No hay otra.

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