Las empinadas cuestas

amparo / rubiales

De espaldas a Andalucía

LOS Presupuestos Generales del Estado se han presentado como los de la recuperación; serán, dice Iñaki Gabilondo: "Los de la recuperación de los beneficios, pero no de las personas". Es cierto que las condiciones de financiación pública han mejorado y las economías centrales del euro parece que salen de la recesión, pero no es suficiente, porque "si el empleo disminuye, los salarios no crecen, las pensiones y las remuneraciones de los funcionarios se congelan, si el IRPF mantiene la subida de 2012, si se reducen las prestaciones públicas o se implantan tasas y copagos, ¿cómo va a crecer el consumo? Si el dinero de los bancos no circula, si los empresarios no encuentran crédito, si el crédito oficial no llega a las empresas, si las Administraciones Públicas vuelven a reducir su volumen de inversión, ¿cómo va a crecer la inversión privada?", decía la presidenta de la Junta en una reciente intervención en Madrid, en la que maravilló a cuantos la oyeron. Todo lo que no pasa en Madrid es como si no pasara en España. Después de oírla han llegado a decir que "ha nacido una estrella". No. Se trata, sencillamente, de una política de raza, que en el PSOE-A muchos conocíamos, que Griñán catapultó al hacerla consejera de Presidencia e Igualdad, que ha demostrado, y demostrará aún más, que tener tantos años de dedicación a la política es bueno para conectar con la gente y poder ayudarla.

Estos Presupuestos no sirven para salir de la crisis según se ha destacado en todos los foros, políticos y mediáticos. Son una ración más de recortes que profundizará en el empobrecimiento de las familias, en la bajada de los salarios, en el abandono de las inversiones territoriales y en mantener la tasa de paro más alta de Europa, con estadísticas que afirman que el 27% de la población española está en riesgo de exclusión social.

En Andalucía, para añadir dificultad a un Gobierno que apuesta por mantener sanidad, educación pública y servicios sociales, se produce un recorte de 1.200 millones, con la intención de hacer inviable nuestra autonomía política e impedir que se pueda seguir la hoja de ruta marcada para luchar contra la crisis. Son malos para jóvenes, pensionistas, desemplead@s, dependientes y sectores estratégicos de nuestra sociedad. Detrás sólo hay empobrecimiento y una agresión sin precedentes al estado del bienestar, a lo que ahora pretenden sumar una financiación singular para Cataluña que no resolverá nada ni Andalucía lo consentirá.

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