CON la venta centralizada de la retransmisión de partidos es posible que vayamos a un reparto más justo. Seguro que sí, que el gran pastel televisivo va a estar mejor repartido y que, por ello, Madrid y Barça estarán más apurados para esa alternancia en la consecución del título. Pero eso no hará que los dos colosos se igualen en posibilidades al resto de los mortales, pues no sólo de la televisión viven en el Bernabéu y en el Camp Nou.

Tanto el Madrid como el Barça recaudan más en concepto de marketing y eso va a seguir siendo así. Bueno, no es que seguirá siendo así sino que irá aumentando progresivamente. Por ejemplo, en esta Sevilla donde sólo había sevillistas y béticos ya ha entrado la fiebre por los dos grandes. Pude comprobarlo la otra tarde en un emblemático escaparate del centro de la ciudad. En la oferta para regalos de primeras comuniones, sólo hay objetos madridistas y culés.

Siempre me corroía la duda de si los dos colosos copaban tantos espacios por su importancia o esa importancia venía dada por los muchos espacios que ocupaban en los medios informativos. Dicen que este decreto que equiparará los derechos televisivos hará nuestra Liga más competitiva. Y yo me pregunto que en qué será más competitiva cuando vemos cómo la Premier se quedó sin equipos en Europa y España tiene a tres en el último tramo de Champions y Liga Europa.

También se dice que será esto la panacea que evite la desaparición de muchos clubes. Y me van a permitir que dude de tal panacea, aun creyendo en su bondad. El fútbol siempre estará agobiado en lo económico porque mientras más ingresa más gasta. Todo en aras a la competitividad, más primas, fichajes más caros, más gasto en suma. El fútbol tiene que recibir cada cierto tiempo un Plan de Saneamiento y éste de ahora parece un buen sucedáneo, pero a ver cuánto le dura.