¡Oh, Fabio!

Luis Sánchez-Moliní

lmolini@grupojoly.com

Por fin 'el Militar'

Juanma Moreno y Jesús Aguirre se comprometieron a recuperar el Hospital Militar y lo han cumplido

Ya que vemos que el autodenominado Gobierno del Cambio está dispuesto a impulsar una política de monumentos públicos, a lo Marqués de Pombal, proponemos uno que seguro será de su agrado, en tanto que es un recordatorio de la desidia con la que se ha gestionado la sanidad pública durante los largos años de administración socialista. Esta escultura o instalación (si es que queremos ponernos modernos y conceptuales) estaría dedicada a la suprema incompetencia de aquellos políticos que, durante décadas, abandonaron a su suerte una infraestructura de la modernidad y potencia del hospital Vigil de Quiñones, el Militar de toda la vida. Su ubicación podría ser en la Glorieta de Letonia y el autor uno de los muchos artistas que seguro se habrán arrimado a la fashion consejera de Cultura, que todo Gobierno que se precie siempre tiene su lista de juglares, pintores, escultores, directores de cine, actores y demás miembros del Sindicato de las Artes a los que favorecer con suculentos encargos pagados con el dinero de todos.

Tras más de 15 años abandonado, decíamos, el Hospital Militar ha vuelto a abrir sus puertas como lugar especializado en Covid-19, lo cual es una magnífica noticia que tiene dos responsables directos a los que hay que darles las consiguientes palmas: el presidente de la Junta, el laureado Juanma Moreno, y el consejero de Sanidad, Jesús Aguirre. Ellos se comprometieron a acabar con la sinrazón de tener al Militar criando jaramagos y lo han cumplido. Por el contrario, los mismos que dejaron que el problema se eternizase son los que ahora se ponen con melindres. Ver ayer a PSOE, IU-Podemos y sindicatos quejarse de que la limpieza contratada era privada en vez de pública rozaba la vergüenza ajena. La apertura del Hospital Militar, pese a los defectos que pueda tener, sólo puede ser una buena noticia en unos momentos en los que la tercera oleada de la pandemia de coronavirus ha alcanzado un pico que, según las últimas noticias, durará al menos quince días.

Eso sí, nos gustaría hacer un ruego a las autoridades sanitarias: mantengan el antiguo nombre de este hospital. Vigil de Quiñones no sólo fue un médico militar andaluz que se comportó con admirable valor en aquella gesta que fue el sitio de Baler (ya sabemos que ahora se lleva más la cobardía), sino que fue también un ejemplo de tesón y de servicio público para cualquier ciudadano, con o sin uniforme. Sólo hay que consultar su hoja de servicios. Si todo el mundo, tanto en la Administración como en la empresa privada, cumpliese con su deber con el celo que lo hizo Vigil de Quiñones, España sería hoy un país mucho mejor.

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