ME estoy resistiendo a reconocerlo pero creo que los amigos que tengo se están haciendo mayores. De hecho, de no ser por mi querida Pepa -a la que ustedes deben el que estas líneas pasen la primera criba de su crítico análisis-, ignoro con quién habría celebrado la Nochevieja porque el resto son más aburridos que escuchar una partida de ajedrez por la radio. Ellos se lo pierden ya que, de haber salido a la calle, podríamos habernos encontrado con la mismísima modelo Antonia Dell 'Atte que, según me habían confirmado y pude comprobar después, ha despedido 2008 en Sevilla con unos conocidos -entre los que estaba un muy famoso cantante italiano, de nombre Fiorello-, junto a quienes, aparte de visitar otros puntos de la ciudad, almorzó en el Restaurante Abades Triana.

Unos que vienen y otros que se van pues, por su parte, Rosario Mohedano -después de una Nochebuena con la familia de su novio, Antonio- prefirió tomarse las uvas en Chipiona durante una fiesta en la que, aunque no faltaron ni su padre, Amador, ni su tía Gloria, sí se echó de menos a José Ortega Cano. Tras el fallecimiento de José Luis Martín Berrocal, padre de Vicky, el diestro -inundado seguramente por la melancolía de la ausencia de la más grande- optó por quedarse en Yerbabuena con sus niños, Gloria Camila y Jesús Fernando. Mientras, feliz con su hijo Antonio, Chayo se reincorpora a la vida laboral en pocos días, pues a partir del 17 vuelve a poner la voz a El amor brujo, función que, hasta el 25, representará amparada por la Orquesta Sinfónica de Valencia. Posteriormente saldrá de gira y, antes de marzo, pondrá a la venta un nuevo disco que grabó embarazada de siete meses y sobre el que no tiene intención de contarme… nada de nada. Así que, cerrado el grifo de la información, volvamos al principio. Pero no al de este texto, a través del que me quejaba de mi envejecido entorno, sino a aquel otro precedido por el inolvidable y mágico encabezamiento de "Queridos Reyes Magos…". ¡Parecía entonces todo tan fácil!