NO basta con acertar. Los directores depotivos han de aplicar ahora otras variables cuando confeccionan las plantillas porque la FIFA se ha creído, literalmente, que el fútbol es suyo, aunque lo paguen las televisiones a través de los clubes. Y a eso se agarra. Como apoquinan las plataformas, pues atracón de partidos. Más madera y que el tren coja velocidad.

Entre la pantomima en que han convertido el VAR y los excesos de las selecciones con los clubes, que están obligados (no lo olvidemos) a ceder a sus jugadores, están logrando que el interés en el fútbol de élite decaiga a pasos agigantados. Que tengan cuidado con eso porque los estadios se medio vacían los días de lluvia y el precio de una entrada espanta a cualquier cartera de clase media.

Meter con calzador tres partidos en cada parón de selecciones hace que cada vez más los entrenadores se obliguen a alinear en la vuelta a la Liga antes a su segunda opción en la plantilla que al cargado internacional, si es que tiene la suerte de que no regresa con una lesión que obliga a recuperarlo para que, cuando esté, lo vuelva a disfrutar su seleccionador.

A los Monchi de turno más les vale afinar con las segundas opciones en cada puesto porque, como los bienaventurados, los últimos serán los primeros y están destinados a jugar bastante más de lo previsto. Y ojo con la corriente de juntar a varios futbolistas del mismo país, pues al riesgo de que te formen clan se puede sumar una confrontación con la Conmebol para que no puedan volver a tiempo o una Copa de África que deja a un equipo un mes de competición sin sus jugadores.

El tema no es ninguna tontería y se está poniendo la cosa cruda. Además, no intentes ser más listo que ellos porque, como le ha pasado al Sevilla con Marruecos, te pueden poner la cara colorada. Al exabrupto de su seleccionador (ironizó con “2 ó 3 años” para recuperar a En-Nesyri) nadie ha sabido poner al club en su sitio.