La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

El fútbol: pretexto, no causa

El fútbol es un pretexto para estos australopitecos que hermanan la violencia antisistema y la ultra

Dieciséis encapuchados dan una paliza a un joven aficionado bético. Quien se diga sevillista o bético y sea violento está pisoteando los colores y escudos de los dos clubes, ofendiendo a sus miles de aficionados y degradando el deporte y el espectáculo. El fútbol no genera necesariamente violencia, son los violentos quienes se escudan en él como otros -a veces, los mismos- lo hacen en la política o las reivindicaciones sociales. La violencia está en ellos, no en el fútbol. Este es su excusa como podría serlo cualquier otra.

No tenía razón David Trueba al escribir, tras los graves incidentes que provocaron en Bilbao los cafres que se decían del Athletic y el Spartak: "Es algo que tiene el fútbol, una especie de suspensión de lo razonable en favor de lo pasional. Los partidos, casi a diario, demandan un sobreesfuerzo para las fuerzas de seguridad, los servicios de limpieza y la ordenación del tráfico y del transporte público que los Ayuntamientos no estarían dispuestos a hacer por casi nadie". No es cierto. Lo mismo podría decirse de muchas manifestaciones que acaban en violencia contra la policía, destrozo de mobiliario urbano y de comercios y sedes bancarias. En uno y otro caso hay malas bestias que desfogan su brutalidad ya sea con la excusa del fútbol o con la de las ideologías antisistema, la independencia de Cataluña o del País Vasco, la muerte por infarto de un inmigrante en Lavapiés manipulada para hacer creer que fue víctima de la persecución policial, la oposición vecinal a la construcción de una avenida en Burgos o la celebración del pasado uno de mayo en París. Porque la violencia urbana encapuchada es un problema no solo español.

Es más, los clubes de fútbol -que alguna culpa arrastran por su pasado apoyo a los ultras- condenan con mayor rigor a los violentos que algunos partidos políticos. Mientras que, por ejemplo, JpC, ERC y la CUP bloquearon la propuesta de PP y Ciudadanos para que el Parlament condenara los asaltos a instituciones, destrozos del mobiliario urbano, corte de carreteras y ataques a los cuerpos policiales, el Sevilla y el Betis han condenado la agresión al joven aficionado bético.

La violencia no está solo en el fútbol, está en la sociedad. El fútbol es uno de los pretextos que estos australopitecos de estética no casualmente idéntica que hermana a grupos violentos antisistema y ultras aprovechan para dar rienda suelta a su bestialidad.

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