Inquietante cuestión la que siente mi vecindario sobre si resistirá la remozada calle Baños un chaparrón en condiciones. Todo empezó el lunes que antaño era de resaca y ha culminado casi tres meses después de lo previsto. Han sido unas obras que hemos seguido puntualmente, como siguen las obras todos los damnificados, y ha llegado la cosa a su punto final, pero ¿será verdad que lo realizado este fin de semana ha sido el remate definitivo? Colocados en sus alcorques los arbolitos, dudamos de que vayamos a vivir lo suficiente como para disfrutar de sus sombras. Y es que son tan jovencitos y tan escuálidos que vamos a ver si llegamos a verles frondosos. Pero lo más preocupante es si cuando llueva en condiciones no se va a meter el agua en la farmacia de Natalia, en la pescadería de Álvaro o en el zaguán de Nani Carvajal. No sé, pero la cosa pinta preocupante.