EN el congreso del PP andaluz, Mariano Rajoy dijo: "Ahora el reto es San Telmo". También recordó algo que casi siempre se olvida, cuando se considera que Andalucía es un feudo del PSOE. El PP andaluz es el partido que tiene más diputados en el Congreso, más senadores y más parlamentarios andaluces. También gobierna los ayuntamientos de las ocho capitales andaluzas (además de los de Jerez, Marbella y Algeciras, municipios con más de 100.000 habitantes) y cinco de las ocho diputaciones provinciales. Ganó todas las últimas elecciones (municipales, autonómicas y generales) en número de votos. Pero, en las autonómicas, Javier Arenas no consiguió mayoría absoluta, y el candidato del PSOE, José Antonio Griñán, que fue segundo, mantuvo el poder gracias al pacto con Izquierda Unida.

Quiere decir todo eso que el PP ya ha ganado elecciones y es el partido con más votos en Andalucía. No es ninguna utopía que aspire a gobernar, ni se quedó lejos la última vez. Pero es cierto que no ha conseguido acabar con el gafe de San Telmo, que se le resiste como si fuera Santa Rita, abogada de los imposibles. También es verdad que la historia no le ayuda, pues el PSOE suele ganar después de darle el abrazo del oso al partido que utiliza en coalición para gobernar. Eso, al menos, fue lo que le sucedió al PA de Pedro Pacheco, cuando pactó con Manuel Chaves para que siguiera gobernando, después de no haber ganado con mayoría absoluta.

Según las últimas encuestas publicadas, Susana Díaz necesitaría el apoyo imprescindible de IU. Si se confirman las expectativas de la coalición de Valderas, tendrían más escaños y, por tanto, exigirían más poder. En el hipotético nuevo gobierno andaluz, aunque siguiera presidiéndolo Susana Díaz, el PSOE tendría menos consejerías, mientras que IU las aumentaría.

Pero no se vota el domingo próximo. Si se cumple lo que dice la presidenta de la Junta, y no adelanta las elecciones al 22 de mayo, al PP le quedará suficiente tiempo para recomponerse. Ese es el reto que asume Juan Manuel Moreno: acabar con el gafe de San Telmo. Todos los pronósticos y estudios, incluso el sentido más común, dejan entrever que eso es más factible de conseguir con un candidato procedente de Málaga, que podría obtener esos votos del litoral costasoleño que la última vez le faltaron a Arenas. Por esos votos, precisamente, no rompieron el gafe en 2012.