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La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

De gases, Torra y Le Pétomane

Tras lo de Torra se comprende que fuera catalán aquel Joseph Pujol que hizo fama dando conciertos de pedos

Hay tantas formas de ser espeso como culturas. Y grados distintos de serlo. Así no solo hay, por ejemplo, una forma catalana -nacionalista, propia, solo suya- de ser espeso muy distinta de la andaluza, sino que puede afirmarse que el catalán medio es más espeso que el andaluz. Sus excepciones habrá, no lo niego, pero el andaluz es uno de los sujetos más escamondados que conozco. Tanto en lo que se refiere a su casa como a su persona. En los espacios públicos puede que seamos más descuidados, hay que reconocerlo; pero en lo íntimo somos tan limpios como la protagonista de Los chorros del oro de los Álvarez Quintero que al final del sainete declamaba: "Es pa er cuerpo y pa la cara el agua clara un tesoro, der que siempre he sido avara. ¡Dios bendiga el agua clara! ¡Vivan los chorros del oro!".

Quizás la clave sea que desde hace más de un siglo, gracias a la revolución industrial, Cataluña ha prosperado tanto y se ha hecho tan europea que el espesor catalán ha acabado por adquirir los tonos del francés o el inglés. Un espesor de moqueta guarrindonga, alerones y pinreles aromatizando autobuses, vagones del metro y cualquier espacio cerrado, sandalias con calcetines, churretosos papeles pintados en las paredes o mañanas de rostros abotargados huérfanos de ducha. ¿O no son la Sardá y el Honorato de Ahí te quiero ver el trasunto catalán de George y Mildred Roper? Todo, porque son muy suyos y muy nacionalistas, fundido con lo espeso autóctono por supuesto, como unas nupcias entre el caganer y el enanito de jardín suburbial británico.

¿Y a qué viene todo esto, se preguntarán ustedes, en estos días de Ere y rosa? Pues a lo de los pedos de Torra. La víspera de comparecer el pasado lunes ante el tribunal, mientras compartía mesa y mantel con sus amigotes, el president bromeó imaginando que le decía a los jueces: "Miren, señorías. Yo no sé cómo irá hoy, pero piensen que ayer estuve comiendo en Bescanó. Y que me comí un plato de butifarra con judías bastante consistente y que, depende de sus preguntas, la cosa puede ir por un lado o por otro". Fino, ¿verdad? Desde luego se corresponde con el tipo del sujeto. Se comprende así que fuera de origen catalán aquel Joseph Pujol que, haciéndose llamar Le Pétomane, se hizo famoso a finales del siglo XIX y principios del XX dando conciertos de pedos -incluyendo La Marsellesa- en el Moulin Rouge de París. Las virtudes de la raza.

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