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Patio de butacas

José / joaquín / león

Los gustos del Jurado

SUELE ocurrir en el Carnaval de Cádiz que los gustos del Jurado no coinciden con los del público mayoritario. Contribuye a ello un reglamento maquiavélico, que puede dejar fuera de la final a cinco comparsas clasificadas entre 703 y 698 puntos; es decir en una diferencia de apenas cinco puntos, después de tres actuaciones. Con esta afinación puntuando, puede ocurrir que haya cajonazos sonadísimos, como este año, sobre todo en comparsas, al quedarse fuera Los Carapapa y Bienvenido (que son los preferidos de las muchachas), pero también en coros (donde Khumbayá, que aspiraba incluso a ganar, ha sido quinto), y en menor medida en chirigotas. Cuando esto ocurre, se piden cambios.

Uno de los cambios más necesarios es que la final debería estar formada por 3 coros, 4 comparsas, 4 chirigotas y 2 cuartetos. Sería lo más lógico y racional, según el número y la calidad de cada una de estas modalidades. Con cuatro comparsas hubieran entrado Los gatos callejeros, de Los Carapapa. Y con cuatro chirigotas, estaría Contigo aprendí, de El Canijo. Así saldría una final mejor y con menos cajonazos.

Otro cambio necesario es el de la mentalidad. Si se analizan los fallos del jurado en un periodo de cinco años, se observa que, aunque cambian los miembros, hay una tendencia al premio y al castigo, a la alternancia, a unas veces tú y otras aquel. Y de vez en cuando colamos a alguien que no se espera, como la comparsa de Juan Fernández; o novedoso, como los chavales del cuarteto del Cañón. Una comparsa en sillas de ruedas para defender a los discapacitados tiene muchas papeletas de éxito, como la tuvo una comparsa de Tino Tovar que defendía a los homosexuales. Con eso hay más posibilidades que con unos extraterrestres carajotes o unos peleles. Lo políticamente correcto tiene premio.

También hay castigos, como el de Juan Carlos Aragón. Con estas miserias, hay quien se alegra y es feliz. Así es la esencia del cajonazo, que es fruto de la envidia aplicada al Carnaval. Al año siguiente, le tocará a otro. Así se consuelan.

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