QUIENES se sientan con la brújula perdida en esta profunda crisis de sistemas, ideologías y valores, que está desbaratando las expectativas de tantas personas, pueden reencontrarse consigo mismos si le siguen la pista a tres sevillanos que salen hoy de viaje hacia Costa de Marfil. Jesús Mejías Begines, fundador de la ONG Arco Iris, y los doctores Alfonso Carmona y Antonio Peralta, del Instituto Hispalense de Pediatría, vuelven a dicho país africano para dedicar su tiempo, su dinero y su esfuerzo a vacunar de meningitis y fiebre tifoidea a 12.000 niños. Es la décima campaña de vacunación que emprenden. Siempre una experiencia tan intensa que les resitúa su apreciación sobre cómo afrontar en Sevilla los pequeños o grandes problemas derivados de la falta de trabajo o la falta de dinero. En Costa de Marfil, lo que les falta a los niños es esperanza de vida.

Estos admirables expedicionarios, como cualquier ciudadano, están apreciando en sus entornos familiares, vecinales y profesionales de Sevilla cómo hay cada vez más personas que se van descolgando de los círculos del bienestar. Pero es tanta la capacidad que desarrollan en parajes selváticos o en páramos desabridos para resolver problemas acuciantes uno detrás de otro y sin margen para tomarse un respiro, que, cuando regresan a Sevilla, están acrecentadas sus dotes resolutivas y son inasequibles al derrotismo. Están vacunados contra la resignación y nunca bajan los brazos. Con ellos no pueden ni los recortes ni la corrupción.

A los miembros de Salvamento Marítimo que ayer rescataron en las costas granadinas a 48 inmigrantes magrebíes en patera, de los que 35 son menores, tampoco hace falta preguntarles si podemos o no salir de nuestro modelo de crisis. Por sus manos pasan miles de personas que se juegan la vida en el Estrecho para dejar atrás el estado de crisis con el que nacieron, y con el que se morirían de no embarcarse en un cara o cruz. Querer es poder.