La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

La "hidra islamista"

El desafío es cómo impedir que los islamistas utilicen las libertades de las sociedades europeas para atacarlas

Zoido, Celaá, Borrell, Díaz Ayuso, Batet, Delgado, Iglesias, la comandancia sevillana de la Guardia Civil, la Audiencia Nacional, Barajas, el Bernabéu, el Camp Nou, el cuartel de la Guardia Real, la Jefatura de la Policía de Salamanca, la oficina de Bankia en la Plaza de Cataluña o un Corte Inglés barcelonés estaban señalados como objetivos en el vídeo y los materiales intervenidos al joven de origen marroquí detenido en Parla y considerado responsable del canal de Telegram Muntasir Media, propagandista del Estado Islámico. En el vídeo llama a atentar contra multitudes en Semana Santa, fiestas y conciertos. A través de este canal se difundió la llamada a atentar contra la Semana Santa de Málaga y Sevilla -incluyendo imágenes de los disturbios de la Madrugada de 2017 para mostrar su vulnerabilidad- que llevó a la detención del hijo del imán de una mezquita sevillana.

Los aparatos de seguridad europeos trabajan denodadamente contra esta amenaza. Pero los islamistas están tan infiltrados y las democracias les ofrecen tantos puntos débiles por su respeto a las libertades, que la lucha es desigual. Tras el último atentando de París, en el que un funcionario policial convertido al islam asesinó a cuatro policías en la mismísima Prefectura -lo que demuestra el nivel de infiltración: Le Monde titulaba Matanza en el corazón del Estado- Macron ha hecho un llamamiento a una "sociedad de vigilancia" ante el yihadismo. No se trata, ha dicho, de crear una neurosis de sospecha sino de una actitud defensiva de atención y cautela en el entorno cotidiano. Porque, ha reconocido, las instituciones solas no bastan para acabar con "la hidra islamista".

Pese a que ha advertido que no se trata de combatir una religión sino al "islam desviado y portador de muerte", será acusado de alentar la xenofobia. Pero lo ha dicho porque dos compañeros habían denunciado la radicalización del funcionario terrorista sin que se les hiciera caso, porque este frecuentaba una mezquita parisina en la que predicaba impunemente un imán radical fichado o porque un tal Hadama Traoré, hijo de inmigrantes de Malí, creador del colectivo Revolución en Marcha, candidato a las europeas de 2017 por Democracia Representativa y varias veces denunciado, ha convocado una manifestación en apoyo del asesino de los policías. Cómo impedir que las libertades de las sociedades europeas sean utilizadas para atacarlas es el desafío.

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