LOS ayuntamientos son la administración más cercana al ciudadano y la que se ve obligada a prestar en muchas ocasiones servicios esenciales que por ley son de competencia autonómica o estatal. Esta realidad, que es tan antigua como nuestro sistema constitucional, ha provocado una situación de déficit crónico en las corporaciones locales a la que ya es tiempo de buscar solución. Alrededor de una cuarta parte de las inversiones y gastos a los que actualmente tienen que hacer frente los ayuntamientos correspondería a la prestación de servicios que no son de su competencia y que comprende aspectos tan esenciales e importantes como la asistencia social, actividades de promoción de vivienda y otras relacionadas con la seguridad ciudadana. Estos servicios se han financiado hasta ahora a costa de incrementar el endeudamiento municipal hasta límites que se han situado en los máximos permitidos por la ley -el 110% de los ingresos- y que han supuesto una pesada carga para la capacidad de acción de los municipios. La aplicación a las corporaciones locales a partir de este año de la Ley de Estabilidad Presupuestaria añade nuevas y graves dificultades al limitar sustancialmente su capacidad de endeudamiento. Para hacer frente a esta situación, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, pide en la entrevista que publicamos hoy una descentralización de competencias a favor de los ayuntamientos, que deben ir dotadas de sus correspondientes transferencias económicas para que los municipios puedan afrontar con medios y recursos las demandas que plantean los ciudadanos. Es hora de que estos planteamientos sean tomados en serio. La segunda descentralización -la primera fue para las comunidades autónomas- es una exigencia para mejorar la eficacia de la administración y el servicio al administrado. Con ello, la democracia será más efectiva y será percibida por los ciudadanos como más cercana.