Sentencia que ojalá no sea premonitoria, pero que tiene toda la pinta de serlo. Eso de que no muy tarde habrá más hoteles que turistas es algo que nos estamos temiendo por muchas maletas con ruedas que compongan la banda sonora de esta ciudad. Viendo cómo proliferan esos pisos turísticos que irán desalojando de sevillanos el centro y de qué manera cualquier caserón se convierte en hotel de lujo, la frase de marras será verdad algún día. El fantasma de una ciudad franquicia se convertirá en triste realidad. De hecho, todo el centro está franquiciado, apenas quedan comercios sevillanos y la sombra del parque temático va abriéndose paso de forma imparable. Sevilla siempre estuvo en el candelero, pero nunca fue tan invadida como hogaño. ¿Y qué pasará cuando esta luz se apague y se haga realidad el que haya más hoteles que turistas? ¿Tiene esto remedio?