Martes de Feria, el día que empezaba la fiesta tras el alumbrado ya encendido la noche anterior. Así fue hasta que el corregidor Espadas la desplazó y la alargó en un día, pero este martes seguimos con la virtualidad a que nos obliga este confinamiento con aroma de secuestro que el mandarinato vigente nos ha decretado. Decreto a decreto así vamos día más o día menos, qué más da. Y hay que ver la división de opiniones creada sobre la conveniencia o no de organizarse la Feria en la intimidad de la casa de uno. Claro que no todos la organizaron íntimamente, sino que hubo quien le dio al vecino por do más pecado hay y el vecino reaccionó con vehemencia hasta requerirse los servicios de una autoridad cada vez más represiva. Y un aviso a los taurinos. Esta tarde puede ver la faena que Roca Rey le hizo a un cuvillo la pasada Feria con fuerte petición de rabo.