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Desde mi córner

Luis Carlos Peris

Una jornada que dejará su huella

La novena fecha dijo que para el Betis toda la Liga es Tourmalet y que el Sevilla debió y no pudo destascarse

DEJÓ la novena jornada varias conclusiones que van para determinantes. La primera y principal es que del Barça a los demás hay una distancia sideral, que el Madrid juega a impulsos y eso no es rentable, más el dato objetivo de que el Villarreal es el único que permanece invicto. En lo que más de cerca nos toca también la jornada dejó alguna conclusión. Una es que la crisis del Sevilla no se zanjó cuando todo parecía favorable para lograrlo y que el llamado Tourmalet no ha terminado para el Betis. Son cuestiones inobjetables éstas que ha dejado una jornada que más parecía de invierno que de otoño.

Vayamos por orden cronológico y situémonos en Valladolid. Era un lugar aparentemente idóneo para retomar la buena senda, la senda que el Sevilla ha venido observando desde que acabó su Centenario. El Sevilla es mejor que el Valladolid, infinitamente mejor, y además ganaba por dos goles de distancia. ¿Qué más había que pedir para que se consumase el retorno a la senda adecuada? Aparentemente, nada de nada. Todo estaba felizmente encarrilado, pero si en cualquier orden vital el hombre propone y la vida descompone, en este caso fue a estropear la fiesta un hombre más acreditado como generador que como matador de festejos y todo al garete.

¿Y el Betis? Nada que pueda coger de extraño en un equipo cogido con alfileres y que, por si fuera poco, tiene la pólvora aparcada en la santabárbara. Con Edu y Mark en el taller, el Betis es muy poca cosa en ataque y como detrás no es, precisamente, el Inter de Helenio Herrera, pues ya me dirá si con esa fragilidad está garantizada ganar la otra orilla. Leía no sé dónde en las horas previas que el Betis podía ser el tapado para meterse en la UEFA y me temí lo peor, que el castillo, que es de naipes, se cayese como se cayó. Y es que el cántaro se rompió de tanto ir a la fuente sin que se llenase, de tanto querer hacer gol sin tener quien lo haga. Tremenda jornada la novena.

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