Manolo Cadaval, desde su atalaya demoscópica de La Teatral, me confirma algo tan incuestionable como que los carteles de este año son los mejor acogidos que se recuerdan. Son unos carteles, sin embargo, que tienen matices muy discutibles. Uno es el hecho de que Roca Rey y Pablo Aguado no colisionen en cartel alguno y eso lo explicaba el empresario con una pregunta, la de ¿por qué no Garcigrande? Y es que la deseada corrida charra no la quiere el torero sevillano, que prefiere juampedros y jandillas, ganaderías que no son del gusto del peruano. Y, claro, después de esa pregunta que lanzó Ramón Valencia podría contestarse con la de ¿y por qué no juampedros y jandillas? Tan deseadas son éstas como Garcigrande por el grueso del escalafón, ergo por qué hacer hincapié en el rechazo de Aguado a una y no al de Roca Rey a otras. Misterios del toreo.