DIRECTO Madrugá Sevilla en directo | Semana Santa 2024

El tiempo El tiempo en Sevilla para la Madrugada

La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

No habrá lágrimas ni olvido

El Gran Poder viste de morado; la Macarena, de luto: hoy es el Día de los Fieles Difuntos

Hoy es el día en que en cada iglesia de todos los países del mundo se reza por aquellos por los que nadie reza, por los muertos que nadie recuerda, por las almas de quienes yacen olvidados tras losas quebradas y medio borradas o en fosas y osarios comunes.

Hoy es el día en que cada hermandad pasa lista a la cofradía triunfante. Que si Sánchez del Arco escribió que todo buen cofrade hace su última estación de penitencia ante el Cristo de las Mieles, ahora la hacen a los pies de la imagen de su devoción, en el templo o la capilla en los que tantas veces se sentaron a contemplarla, rezaron por los suyos, protestaron su fe y vistieron la túnica con la que se les amortajó.

Hoy es el día en que evocamos con más fuerza las memorias de nuestros difuntos más antiguos, esos que ya sólo nosotros, aquellos que los años pasando y la guadaña cortando han hecho los más mayores de sus familias, conocimos; conscientes de la responsabilidad de ser los últimos testigos del sonido de sus voces, del roce de sus labios, del calor de sus manos.

Hoy es el día de Valdés Leal, el pintor que por ser tan sevillano era tan barroco que sólo pudo certificar la fugacidad del mundo que se desvanece en un abrir y cerrar de ojos proclamando a la vez su gloria: "finis", sí, pero "gloriae mundi".

Hoy es el día de releer el prodigioso final de Los muertos de James Joyce -el relato que cierra su Dublineses- y como Gabriel, su protagonista, dejar que lágrimas generosas llenen nuestros ojos agradeciendo tanto amor como tan frágiles seres ahora muertos nos dieron: "Sí, los diarios estaban en lo cierto: nevaba en toda Irlanda. Caía nieve en cada zona de la oscura planicie central y en las colinas calvas, caía suave sobre el mégano de Allen y, más al oeste, suave caía sobre las sombrías, sediciosas aguas de Shannon. Caía, así, en todo el desolado cementerio de la loma donde yacía Michael Furey, muerto. Reposaba, espesa, al azar, sobre una cruz corva y sobre una losa, sobre las lanzas de la cancela y sobre las espinas yermas. Su alma caía lenta en la duermevela al oír caer la nieve leve sobre el universo y caer leve la nieve, como el descenso de su último ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos".

El Gran Poder viste de morado; la Macarena, de luto. Hoy es el Día de los Fieles Difuntos que viven donde no hay más Templo ni más luz que el Señor mismo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios