La ciudad y los días

carlos / colón

Menos lobos, caperucitos

TIENE su guasa que sean los comunistas del grupo municipal quienes pidan al alcalde de Sevilla que el próximo 14 de abril ondee la bandera republicana en el mástil superior del Consistorio como un "pequeño hecho simbólico" que honre la memoria de las personas que en 1931 participaron en "este importante capítulo en nuestra historia contemporánea" y "rinda homenaje a la ciudadanía de Sevilla que luchó por defender las libertades civiles y la democracia y que posteriormente fueron perseguidos y represaliados".

Vamos a ver, criaturas, ¿creéis que izar una bandera inconstitucional en la casa que representa a todos los sevillanos es un "pequeño hecho simbólico"? Deberíais repasar todos los capítulos de Barrio Sésamo para que os quede clara la diferencia entre pequeño y grande. ¡Pequeño! Y se ve encoger a Epi hasta hacerse chiquitito junto a un Blas que parece enorme. ¡Grande! Y se ve crecer a Epi mientras Blas, sin haber cambiado de tamaño, ahora parece pequeño en comparación con su compañero.

¿O acaso sois víctimas de ese trastorno llamado micropsia, también conocido como síndrome de Alicia en el País de las Maravillas o alucinación liliputiense, que altera en quien lo padece la percepción de los objetos, haciendo que parezcan mucho más chicos de lo que son en realidad? Sólo así se comprende que izar una bandera inconstitucional en el mástil de un Ayuntamiento -el más importante gesto simbólico que una corporación puede hacer para honrar algo- sea para vosotros un "pequeño hecho simbólico".

Por otra parte, ¿qué puñetas tuvo que ver el PCE -en pleno apogeo de las purgas estalinistas- con la defensa de las libertades civiles y la democracia durante la Segunda República y la Guerra Civil? ¿Por qué siguen empeñados en presentar al PCE como defensor de una República que despreció por burguesa y quería derrocar para instaurar la dictadura del proletariado? Sólo la contienda estallada tras el golpe de Estado de Franco hizo que el PCE decidiera "primero ganar la guerra, después hacer la revolución", siguiendo las órdenes estalinistas: "En la presente etapa no deberíamos asumir la tarea de crear soviets y tratar de establecer una dictadura del proletariado en España. Eso constituiría un error fatal. Así pues, debemos decir: actuar bajo la apariencia de defensa de la República" (Dimitrov, 23 de julio de 1936). Y esto es historia, no opinión. Menos lobos, caperucitos.

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