POSIBLEMENTE lleve razón Zarrías en su insistencia de que el Supremo andaluz ha roto con las leyes imperantes en materia educativa. Posiblemente haya roto la baraja dándole la razón a esa madre Coraje que no podía comprender que sus hijos fuesen a colegios diferentes, pero lo normal es que los hijos de una familia mínimamente estructurada vayan al mismo colegio y si es de la mano, mejor que mejor. A su condición de madre une Carmen García Díaz la de abogada y eso ayuda una barbaridad a la hora de hacer fuerte el coraje con el que combatir la atrocidad de separar a unos hermanos antes de lo deseable, si es que resulta deseable que los hermanos se separen alguna vez. Y esta abogada le ha mostrado al resto de madres que padecen el mismo problema de llevar a sus hijos a colegios diferentes el camino a seguir para, aunque lo critique Zarrías, hacer más razonables las actuales leyes educativas.